Los empleados de las pensiones han decidido dejar de hacer horas extraordinarias después de trabajar más de la cuenta para recalcular las pensiones sin una recompensa adecuada

Los empleados de los centros de pensiones han anunciado que ya no harán horas extraordinarias ni fines de semana, después de trabajar entre 12 y 14 horas diarias para el "gran recálculo" sin recompensa, perdiendo una media de 600 lei al mes. Los líderes sindicales han hablado con el Ministro de Trabajo sobre las difíciles condiciones de trabajo y el estrés extremo, señalando que el sistema carece de personal suficiente y funciona en condiciones disfuncionales. Se teme que negarse a hacer horas extraordinarias pueda provocar un paro en el sector.