El 21 de octubre, los representantes del PSD decidieron abandonar la reunión de la coalición, descontentos con la negativa del primer ministro Ilie Bolojan de formar un grupo de trabajo conjunto para abordar el problema de las pensiones de los magistrados, en el contexto en el que el Tribunal Constitucional declaró la ley propuesta inconstitucional. Los socialdemócratas, dirigidos interinamente por Sorin Grindeanu, salieron nerviosos de la sede del Gobierno, tras dos horas de discusiones con PNL, USR y UDMR, dejando a los demás participantes perplejos. Estos criticaron la decisión de Bolojan de gestionar la situación por su cuenta, considerando que había perdido credibilidad ante las instituciones judiciales.
Además, el PSD también se sintió molesto por la falta de consideración hacia su propuesta sobre la fecha de las elecciones en la Alcaldía de la Capital. El Tribunal Constitucional decidió, el 20 de octubre, que la ley que reduce las pensiones especiales de los magistrados es inconstitucional, y el primer ministro anunció que reanudaría los esfuerzos para cumplir con la motivación del CCR.
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