(Relecturas. No las señalo por primera vez, pero siempre las tengo en mente y bajo la mirada, cuando miro a mi alrededor...)
# De "Los Moftangii" (Cap. "El Rromano")
El moftangiu es eminentemente rumano; a pesar de eso, antes de ser rumano, es moftangiu [...].
El moftangiu es un patriota decidido, nacionalista exclusivo, ¡rumano hasta la médula! ¡Todo el mundo debe saberlo!
Gobernamental, o, cuando por desgracia no se puede, opositor, el moftangiu felicita a Rumanía en cualquier caso, una manifestación en el segundo caso, en ambos casos la ama hasta la locura. Por eso, odia con furia todo lo que no es rumano, todo lo que no es nacional.
Él estima la agricultura, pero sueña con una gran industria nacional, que nos libre del tributo que damos a los extranjeros: lo que le espanta es una conquista de Rumanía en el terreno económico por parte de los infames extranjeros, ayudados por los hijos bastardos de su patria!
Es un hombre de partido, hasta que no se hable más que de opiniones sobre la política interior. Sin embargo, cuando se trata de presentarnos ante los extranjeros, él cree que todos los rumanos deben olvidar las pequeñas pasiones y, dándose la mano fraternalmente, deben enfrentar unidos el peligro económico, político, social y cultural de la Nación! ¡El enemigo común es el extranjero! ¡Abajo el Extranjero! ¡Arriba el Rumanismo! ¡Cualquiera que piense de otra manera... es un traidor! [...]
[...] El moftangiu puede tener o no profesión, puede ser pobre o rico, tonto o inteligente, sin hijos o de espíritu, joven, viejo, de un sexo o de otro o de ambos, ha sido, es y será un verdadero rumano... ¡Que Dios te proteja de atacar a su Rumanía desde cualquier distancia, porque el moftangiu rumano está aquí listo para aplastarte! [...]
# De "Los Rumanos Verdes"
Nosotros, los rumanos verdes, partimos de los siguientes principios saludables de progreso nacional:
Amar a su nación es más allá de la capacidad de aquel que no odia a las otras naciones.
Una nación no puede tener enemigos en sus propios defectos; sus enemigos son solo y únicamente las cualidades de otras naciones. Por eso, una nación no debe perder el tiempo pensando en cómo corregir sus defectos y cómo cultivar sus cualidades; tiene algo más provechoso que hacer: contar sus defectos y denigrar o directamente descalificar las cualidades de otros.
Por lo tanto, una nación debe tener siempre un gran temor de las demás, ya que la existencia de una no tiene otra condición que la completa compromisión de la otra. De aquí, la imperiosa necesidad del exclusivismo nacional más extremo.
# De "Los Estatutos de la Sociedad 'Los Rumanos Verdes'"
Cap. I [...] Art. 1. Se establece en Rumanía una Sociedad Rumana con el nombre de "Los Rumanos Verdes".
Art. 2. Cualquiera puede ser parte de esta sociedad, sin distinción de sexo, edad o color político, siempre que sea un rumano o una rumana verde.
Art. 3. La emblema de la sociedad será un rumano verde aplastando con orgullo bajo su talón la serpiente del extranjerismo, que se retuerce y grita.
Cap. II [...] Art. 4. Los miembros de cualquier sexo y edad de la sociedad "Los Rumanos Verdes" están obligados a odiar todo lo que es extranjero y todo lo que proviene de lo extranjero, todo lo que no es rumano verde o todo lo que no proviene de un rumano verde.
Luego siguen varios artículos donde se enumeran detalladamente todo lo que no es verde rumano y que debe ser sistemáticamente rechazado por cualquier miembro de la sociedad, como, por ejemplo, sentimientos no rumanos, arte no rumano, ideas y espíritu no rumanos. Luego:
Art. 9. Se exceptúan de esta regla los capitales no rumanos. [...]
Cap. IV (Sobre las obligaciones de los miembros de sexo femenino) [...]
Art. 40. Las miembros de la sociedad están obligadas a ser virtuosas como unas matronas romanas.
Art. 41. Las miembros de la sociedad están obligadas a ser buenas madres rumanas. [...]
Art. 45. Una vez que una miembro se convierte en madre, está obligada a inscribir inmediatamente al niño en la sociedad "Los Rumanos Verdes".
Art. 46. Las miembros de la sociedad están obligadas a bautizar a sus hijos con nombres extranjeros como Reea-Silvia, Tiberio, Cicerón, Caracala, Cornelia, Catón, etc.
Art. 47. Las madres miembros están obligadas a dar a sus hijos una educación materna en la lengua materna. Bajo ninguna circunstancia, no se les permite confiar la educación de los niños a otras niñeras que no sean rumanas verdes.
Art. 48. Están obligadas a dar de mamar a los niños, alimentándolos al mismo tiempo con sentimientos e ideas de rumano verde, de acuerdo con los estatutos presentes.
Art. 49. En el caso de que un miembro no tuviera leche, o, por ejemplo, no tuviera el pezón perforado, o se sintiera demasiado apretada, bajo ninguna circunstancia podrá tomar una nodriza extranjera, que le dé al niño leche extranjera, alimentándolo al mismo tiempo con sentimientos e ideas extranjeras; sino que estará obligada a tomar una nodriza rumana verde, preferiblemente un miembro activo de la sociedad. En el capítulo sobre los miembros de sexo masculino de la sociedad, los estatutos imponen las mismas obligaciones a los padres que a las madres, excepto, se entiende, las obligaciones relacionadas con la lactancia. [...]
Para conformidad, Andrei Pleșu
(Con dedicación especial para "soberanistas").
https://www.dilema.ro/situatiunea/fragmente-patriotice-din-caragiale