La insatisfacción de los empleados de las estructuras del Parlamento de Rumanía ha aumentado, cuatro sindicatos piden al primer ministro Ilie Bolojan que detenga las medidas de austeridad que afectan los modestos salarios de los empleados. Los sindicalistas sostienen que las nuevas decisiones fiscales no traen beneficios reales al presupuesto del estado y que las medidas de ajuste fiscal, como el aumento del IVA y los despidos, han llevado a una disminución del poder adquisitivo de la población. Subrayan que los ahorros realizados son insignificantes en comparación con el impacto mayor sobre los empleados.
Los empleados del Parlamento, que enfrentan salarios por debajo de la media presupuestaria, son algunos de los más afectados. Los sindicatos solicitan medidas alternativas para la estabilidad presupuestaria, como combatir la evasión fiscal y apoyar a las pymes. Su mensaje al gobierno es claro: se deben adoptar políticas económicas coherentes, no medidas contables temporales.