En una discusión reciente, el ministro de Educación, Daniel David, declaró que el analfabetismo funcional entre los estudiantes se debe principalmente a la falta de preparación del personal docente. Subrayó que, aunque no puede atribuir el 100% de la responsabilidad a los profesores, la mayor parte de esta les corresponde, teniendo en cuenta que los estudiantes llegan con un nivel normal de inteligencia y creatividad. El ministro argumentó que, si un estudiante llega a octavo grado sin competencias básicas, la culpa recae en los profesores que lo han tenido a su cargo. La reacción de los sindicatos fue rápida, el Sindicato de Educación Preuniversitaria Argeșean (SIPA) catalogó las afirmaciones del ministro como calumniosas y ofensivas. El sindicato subrayó que los profesores trabajan con profesionalismo a pesar de la subfinanciación del sistema educativo y criticó la falta de una política educativa coherente, los manuales obsoletos y el gran número de estudiantes en las clases. También mencionaron que Rumanía no respeta el compromiso de destinar el 6% del PIB a la educación, y que la formación continua de los profesores es insuficiente y carece de coherencia.
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