Marco Rubio, el secretario de Estado de EE. UU., declaró que Estados Unidos ha llegado casi al límite de imponer nuevas sanciones contra Rusia, tras la reunión de los ministros de Relaciones Exteriores del G7 en Canadá. Rubio subrayó que Washington ya ha golpeado a las mayores compañías petroleras rusas y que el enfoque se trasladará a la aplicación estricta de las sanciones existentes. Mencionó que los socios europeos de EE. UU. aún tienen potencial para tomar medidas adicionales. Rubio también habló sobre la 'flota fantasma' de Rusia, que elude el embargo sobre las exportaciones de petróleo, subrayando que los esfuerzos para limitar esta práctica forman parte de la aplicación de sanciones, no de un nuevo paquete punitivo.
Además, condenó los ataques rusos a la infraestructura energética ucraniana y confirmó que EE. UU. colabora con Ucrania para apoyar la estabilización del sistema energético. Rubio mencionó los riesgos asociados con el suministro de equipos de defensa, teniendo en cuenta su rápida destrucción tras la instalación. El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, agradeció a Rubio por el apoyo de EE. UU. en los esfuerzos de paz y las sanciones contra Rusia.
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