Gazprom ha denunciado la retirada de la licencia a Moldovagaz por parte de las autoridades moldavas, advirtiendo de que afecta a la seguridad energética del país.

Gazprom ha impugnado la decisión de las autoridades moldavas de retirar la licencia a su filial moldava Moldovagaz, transfiriendo la distribución de gas a Energocom. La medida, que Gazprom considera perjudicial, se basa en las disputas sobre los supuestos 709 millones de dólares que Moldavia adeuda a la empresa. Aunque Moldavia niega la existencia de estas deudas, Gazprom afirma que las acciones del gobierno moldavo afectan a la seguridad energética del país y ha amenazado con tomar medidas para proteger sus intereses. Moldavia intenta reducir su dependencia del gas ruso y tiene acuerdos con proveedores europeos.