
Las mariposas, símbolos de la diversidad natural, se vuelven cada vez más monocromáticas debido a la destrucción de los bosques tropicales y la sustitución de estos por plantaciones uniformes de eucalipto. Una investigación en Brasil destaca que a medida que el hábitat natural se degrada, las mariposas pierden sus colores brillantes, adaptándose a un entorno más empobrecido. Estos cambios no solo afectan el aspecto físico, sino que reflejan una pérdida de la complejidad de los ecosistemas. Los estudios muestran que las especies coloridas desaparecen rápidamente como resultado de la deforestación, dejando en su lugar especies menos coloridas. Los investigadores advierten que esta "decoloración de la naturaleza" es una señal de la crisis ecológica acelerada. Sin embargo, hay esperanza: las áreas de bosque regenerado pueden recuperar la diversidad de colores de las mariposas, ofreciendo una oportunidad para restaurar la belleza natural.