El gobierno de Tokio ha aprobado un paquete de estímulos por un valor de 21,3 billones de yenes (aproximadamente 135,5 mil millones de dólares) bajo la dirección de la primera ministra Sanae Takaichi, con el objetivo de relanzar la economía desacelerada y apoyar a los hogares afectados por la inflación. El programa se centra en tres direcciones: combatir el aumento de los precios, fortalecer la economía y mejorar las capacidades de defensa y diplomacia, siendo el mayor paquete de estímulos desde la pandemia de Covid-19. Las medidas incluyen la expansión de subvenciones para las administraciones locales y subsidios para las facturas de electricidad y gas, que entrarán en vigor en enero, ofreciendo aproximadamente 7.000 yenes por hogar durante tres meses. Además, el gobierno eliminará temporalmente el impuesto sobre la gasolina y creará un fondo de 10 años para el desarrollo de la industria naval, con el objetivo de aumentar el gasto en defensa al 2% del PIB para 2027. El ejecutivo elaborará rápidamente un presupuesto adicional para financiar el programa, con la intención de adoptarlo antes de fin de año, con el apoyo de los partidos de oposición. La primera ministra Takaichi mencionó que el paquete será financiado principalmente con ingresos gubernamentales, y la diferencia se cubrirá mediante la emisión de bonos del estado, en un volumen menor que el año pasado.
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