El gobierno de Bolojan propone medidas de austeridad para hacer frente a la grave crisis presupuestaria de Rumanía, sin abordar inmediatamente el déficit.

Rumanía atraviesa la peor crisis presupuestaria de los últimos 15 años, con un déficit creciente. El asesor económico Adrian Negrescu afirma que las medidas de austeridad propuestas por el gobierno no bastan para resolver los problemas a corto plazo, sino que pretenden recuperar la confianza de las agencias de calificación. Estas medidas son esenciales para evitar una rebaja de la calificación a "basura", que tendría efectos devastadores en la economía, como el aumento de la inflación y de los tipos de interés. El Sr. Negrescu advierte de que el impacto de estas medidas afectará al consumo y a los ingresos presupuestarios, a lo que podría seguir una posible subida del IVA.