El primer ministro Ilie Bolojan subrayó que las medidas de austeridad son inevitables para cualquier gobierno, en el contexto del elevado déficit presupuestario de Rumanía, generado por préstamos excesivos. Explicó que el país gasta 30 mil millones de euros más de lo que puede permitirse, lo que ha llevado a una disminución de la confianza en la economía y al aumento de los tipos de interés. Bolojan mencionó que, para evitar la suspensión de los fondos europeos, el gobierno se vio obligado a implementar medidas urgentes, incluyendo el aumento de impuestos.
Además, abordó la necesidad de reforma en la administración local y central, afirmando que las tensiones sociales son altas y que se deben encontrar soluciones eficaces. Al final, mencionó que cualquier partido que considere que el gobierno no cumple con su deber puede presentar una moción de censura.
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