El primer ministro de Rumanía, Ilie Bolojan, ha declarado que "la piedra de deudas y créditos" afectará a cualquier gobierno, subrayando que independientemente de quién asuma el liderazgo, los problemas financieros del país permanecerán. Bolojan ha enfatizado que es esencial abordar estos problemas con seriedad, teniendo en cuenta que las soluciones requieren coraje y determinación, incluso si estas pueden molestar a la clientela política. Afirmó que, si Rumanía no toma medidas adecuadas, la situación se agravará hasta finales de 2026.
Además, el primer ministro criticó la idea de hacer acuerdos políticos por privilegios, subrayando que no aceptará compromisos que no traigan beneficios reales. Bolojan hizo estas declaraciones en el contexto del rechazo de la reforma de pensiones especiales por parte del CCR, mencionando que estaría abierto a un cambio de gobierno, sugiriendo al PSD que presente una moción para formar un nuevo ejecutivo.