
La central nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa y ocupada por las fuerzas rusas, ha sido reabastecida de energía eléctrica después de un corte de 30 días. Aunque la central no produce actualmente energía, el suministro eléctrico es esencial para el enfriamiento de los seis reactores. Durante los cortes de energía, se activan los generadores diésel de reserva.
La región es escenario de combates entre las fuerzas rusas y ucranianas, y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) monitorea constantemente la situación. La AIEA ha declarado que la reanudación del suministro de energía es un paso importante para la seguridad nuclear. La dirección rusa de la central ha agradecido a la AIEA por su contribución a un alto el fuego local, que ha permitido realizar las reparaciones necesarias.