Los analistas cuestionan el papel de Alemania como motor económico de Europa, previniendo una expansión presupuestaria con un déficit elevado y un crecimiento modesto.

El aumento de los pedidos de defensa y de las inversiones en infraestructura no se refleja inmediatamente en la producción. Además, la expansión presupuestaria llevará a un déficit mayor, y los gastos adicionales en salud y pensiones, aunque importantes, no impulsarán significativamente la economía. Según pronósticos recientes, Alemania solo registrará un crecimiento modesto, y el estímulo fiscal podría contribuir con aproximadamente 0,3 puntos porcentuales a esta evolución. A nivel de la zona euro, la dinámica también se verá influenciada por otros factores, como las reducciones de tipos de interés del BCE y las perspectivas positivas de España.