Bruselas, 17 de noviembre de 2025 La economía de la Unión Europea ha superado las estimaciones en los primeros nueve meses del año, pero la Comisión advierte que esta evolución positiva oculta riesgos importantes: altas tarifas comerciales impuestas por Estados Unidos, el deterioro de las perspectivas fiscales, el aumento de la deuda pública y una incertidumbre global que "seguirá siendo una característica definitoria de los próximos años". Estas son las conclusiones transmitidas por el comisario Valdis Dombrovskis en la presentación de la Previsión Económica de Otoño, un ejercicio que revela una paradoja: una economía resiliente, pero rodeada de factores externos hostiles y desequilibrios internos persistentes.
La Comisión estima que el PIB de la UE crecerá un 1,4% en 2025 y 2026, alcanzando el 1,5% en 2027. Las buenas actuaciones en los primeros tres trimestres se atribuyen principalmente al aumento de las exportaciones antes del aumento de las tarifas estadounidenses, pero también a una resiliencia interna superior a las expectativas.
Sin embargo, el comisario advierte que esta evolución no puede considerarse garantizada. "Esta previsión está ensombrecida por una incertidumbre significativa, y el camino por delante está lleno de posibles obstáculos", dijo Dombrovskis.
En un entorno global en el que las barreras comerciales han alcanzado niveles históricos, la Comisión señala que la UE, aunque sigue siendo una economía muy abierta, está expuesta directamente a las políticas comerciales de sus principales socios. Las tarifas aplicadas a los exportadores europeos en el mercado estadounidense alcanzan actualmente aproximadamente el 10%, por encima de los niveles anteriores a la administración Trump. La previsión parte de la hipótesis de que todas las tarifas anunciadas permanecerán vigentes durante el período analizado.
Se espera que la inflación en la zona euro disminuya al 2,1% en 2025, estabilizándose alrededor del 2% en 2026-2027, mientras que en la UE el valor se mantendrá marginalmente más alto. Sin embargo, la Comisión observa que las diferencias entre los estados aumentan, con los valores más altos pronosticados en los países de Europa Central y del Este, donde la presión de los costos salariales y la energía más cara empujan las cifras por encima de la media de la UE.
El crecimiento real de los salarios vuelve al territorio positivo gracias a una inflación más baja, y se estima que la tasa de desempleo caerá al 5,8% en 2027, después de permanecer en el 5,9% en 2025-2026.
La Comisión proyecta un deterioro gradual de la posición fiscal. El déficit presupuestario agregado de la UE sube del 3,1% del PIB en 2024 al 3,3% en 2025 y luego al 3,4% en 2026-2027. La deuda pública aumenta del 82% del PIB en 2024 al 85% en 2027, como resultado de déficits persistentes y costos de financiación más altos.
Once estados miembros superarán el umbral del 3% en 2025: Bélgica, Alemania, Francia, Letonia, Malta, Austria, Eslovaquia, Finlandia, Hungría, Polonia y Rumanía. Italia regresa exactamente al 3% en 2025, con reducciones posteriores anticipadas.
En el lado del gasto, la defensa se convierte en un factor determinante. Las asignaciones de los estados para el sector militar aumentan del 1,5% en 2024 al 2% en 2027, pero la Comisión aclara que las cifras no incluyen los planes anunciados después del 31 de octubre o posibles financiamientos a través del programa SAFE, lo que sugiere una posible revisión al alza en las próximas previsiones.
La Previsión Económica de Otoño se publica dos veces al año y ofrece una evaluación detallada de las evoluciones macroeconómicas en la Unión. El documento incluye previsiones sobre crecimiento, inflación, el mercado laboral y las finanzas públicas para el período 2025-2027, basándose en los datos disponibles hasta el 31 de octubre de 2025.