El consejero presidencial Radu Burnete afirma que Rumanía debe invertir en redes de distribución, capacidades de almacenamiento y producción de energía renovable y nuclear para reducir rápidamente el costo de la energía.
Él considera que el gas del Mar Negro ha sido un apoyo temporal, pero es esencial incentivar a las grandes empresas para que se conviertan en actores regionales, eliminando la influencia política. Burnete subraya que, debido a la insuficiencia de fondos públicos, es necesaria la atracción de inversiones privadas, que pueden ser facilitadas mediante impuestos simples y la eliminación de la burocracia.
Además, él reconoce las desventajas estructurales de Europa en comparación con EE. UU. y China, pero subraya que una energía más barata y más limpia es posible a través de inversiones masivas en la próxima década.