6 agosto 09:13

Actualidad
Foto: Inquam Photos / Octav Ganea
La muerte de Ion Iliescu abre el debate sobre los secretos de la revolución de 1989 y los complots anticeausesquistas en los que participó. Aunque afirmó que la revolución fue espontánea, Iliescu admitió que participó en reuniones conspirativas para derrocar a Ceausescu. En un diálogo con Virgil Măgureanu, antiguo jefe del SRI, éste relató cómo informó a Iliescu de su condición de posible sucesor de Ceaușescu, destacando las conexiones políticas y estratégicas de la época.