Un grupo criminal especializado en el tráfico ilegal de personas, que operaba desde África y Asia a través del sur de Moldavia hacia Rumanía, ha sido desmantelado por las autoridades moldavas. El grupo, formado por ciudadanos moldavos y extranjeros, actuaba de manera coordinada, cada miembro teniendo roles bien definidos. Tres de los traficantes han sido identificados como responsables de facilitar el cruce ilegal de personas desde la República de Moldavia hacia Rumanía, con el objetivo de obtener beneficios financieros.
Las víctimas han declarado que pagaron sumas de dinero tanto en los países de origen como en el territorio de Moldavia para ser cruzadas ilegalmente la frontera. Las fuerzas del orden realizaron registros en los domicilios de los sospechosos, confiscando tres vehículos, dinero, dispositivos electrónicos y otros objetos relevantes para la actividad delictiva. Los sospechosos han sido detenidos por 72 horas, y el tribunal ha decidido control judicial por 60 días. Las investigaciones, iniciadas en septiembre, continúan para identificar a todos los miembros del grupo y establecer la magnitud de las actividades ilegales llevadas a cabo.