La Comisión Europea ha propuesto posponer la aplicación de algunas reglas estrictas del Acta de Inteligencia Artificial (IA), que deberían entrar en vigor en agosto de 2026, ahora previstas para diciembre de 2027. Esta decisión afecta a los sistemas de IA considerados "de alto riesgo", utilizados en procesos como la evaluación de currículos o la concesión de préstamos. Los críticos, incluidos grupos de consumidores y expertos, advierten que el retraso podría llevar al uso de modelos de IA sesgados, afectando los derechos de los consumidores.
La Comisión justifica el retraso por la falta de preparación de los Estados miembros, pero los grupos de presión de tecnología exigen revisiones más claras. La adopción de la propuesta podría ser complicada, teniendo en cuenta la oposición por parte de los eurodiputados y la necesidad de modificar las regulaciones existentes.