Rusia está protegiendo su flota de submarinos nucleares en el Ártico a través de un sistema de vigilancia avanzado, denominado 'Harmony', construido con equipos de alta tecnología adquiridos de empresas estadounidenses y europeas. Estas adquisiciones se realizaron a través de una red secreta de empresas pantalla, como Mostrello Commercial Ltd., que sirvió como intermediario para obtener tecnología militar. El sistema Harmony incluye sensores submarinos y drones capaces de operar a grandes profundidades, teniendo el papel de detectar submarinos estadounidenses y asegurar la capacidad de Rusia para lanzar ataques nucleares en caso de conflicto.
Las revelaciones recientes, parte de un proyecto de investigación, muestran cómo Rusia ha logrado eludir las sanciones occidentales, fortaleciendo así su estrategia nuclear. Los expertos subrayan que estas medidas socavan la seguridad de los Estados Unidos y de los aliados de la OTAN, permitiendo a Rusia operar sin ser detectada. Además, los documentos judiciales y los registros financieros sugieren que Rusia ha utilizado empresas legítimas en Europa como puntos de contacto para enmascarar el uso final de los equipos. Esta compleja red de adquisiciones ha sido monitoreada por los servicios de inteligencia estadounidenses y aliados, pero los detalles específicos permanecen en gran parte en secreto.