El presidente ruso Vladimir Putin supervisó un ejercicio militar nuclear, que incluyó maniobras terrestres, navales y aéreas, con el objetivo de probar la preparación y el mando de la tríada nuclear rusa. Los ejercicios fueron descritos por Putin como rutinarios y se llevaron a cabo en presencia del ministro de defensa y del jefe del Estado Mayor. Entre las actividades realizadas se contaron el lanzamiento de un misil balístico intercontinental Yars desde el Cosmódromo de Plesetsk y de un misil Sineva desde un submarino nuclear.
Además, los bombarderos estratégicos Tu-95 lanzaron misiles de crucero. El Kremlin declaró que todos los objetivos de las maniobras se habían cumplido, subrayando la importancia de estos ejercicios en el contexto de las tensiones con Occidente. Paralelamente, la OTAN llevó a cabo sus propios ejercicios nucleares, y Putin propuso la extensión del tratado START III con EE. UU., que expira en febrero.