Dmitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, ha lanzado una teoría controvertida, afirmando que a medida que Occidente gaste más dinero para apoyar a Ucrania, el régimen de Kiev tendrá un final cada vez más terrible, y los territorios volverán a formar parte de Rusia.
Medvedev ha llamado a la dirección ucraniana "payasos sanguinarios" y ha criticado el derroche de fondos occidentales. Sugerió que, en lugar de construir una Ucrania próspera, el dinero ha sido desperdiciado. Medvedev comparó la situación de Ucrania con la intervención de EE. UU. en Afganistán, prediciendo que el destino del régimen de Kiev será similar, con un eventual regreso de la autoridad rusa a los territorios que considera ancestrales.