La ex primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, ha sido condenada a muerte por un tribunal por crímenes contra la humanidad, tras una represión violenta que resultó en la muerte de más de 1.000 personas durante las protestas antigubernamentales de 2024. Hasina fue juzgada en ausencia y declaró que el veredicto es sesgado y motivado políticamente. Un informe de la ONU estima que hasta 1.400 personas fueron asesinadas durante estos eventos.
Hasina y el ex ministro del interior han huido del país y residen en India, y el gobierno interino ha solicitado su extradición. Antes de la pronunciación del veredicto, la seguridad fue reforzada en todo el país, y los partidarios de Hasina convocaron una huelga de dos días. Hasina ha afirmado que está dispuesta a ser juzgada bajo supervisión internacional, cuestionando la legitimidad del proceso. El tribunal fue creado inicialmente para juzgar a los colaboradores de la Guerra de Liberación de 1971, pero se amplió para procesar a los líderes del régimen anterior.
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