La oficina de la ONU para los derechos humanos ha confirmado que al menos diez personas han sido asesinadas por las fuerzas de seguridad durante las protestas en Tanzania, que estallaron tras las elecciones generales de esta semana. El portavoz de la ONU, Seif Magango, expresó su preocupación por la violencia durante las protestas, alimentada por el descontento por la exclusión de los principales rivales de la presidenta Samia Suluhu Hassan.
El gobierno tanzano ha minimizado la magnitud de las tragedias, llamando a las manifestaciones 'incidentes aislados' y prometiendo un restablecimiento rápido del orden. En la capital comercial, Dar es Salaam, la policía ha impuesto un toque de queda, y el acceso a internet ha sido restringido. Aunque no hay un número oficial de víctimas, fuentes diplomáticas sugieren que podría haber decenas de muertos.
La presidenta Hassan se enfrenta ahora a críticas por las detenciones de opositores. Las elecciones estuvieron marcadas por acusaciones de fraude e intimidación, y los principales partidos de oposición fueron excluidos de la competencia. La comisión electoral ha anunciado resultados preliminares que muestran que Hassan ha ganado mayorías significativas, pero la atmósfera de terror ha sido condenada por los observadores internacionales.
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