
El ministro estadounidense de finanzas, Scott Bessent, subrayó que EE. UU. no permitirá que Pekín controle las cadenas de producción globales, describiendo las acciones de China como una maniobra de coerción económica. China, el principal productor mundial de metales raros, anunció recientemente controles más estrictos a las exportaciones, lo que provocó reacciones negativas por parte de funcionarios estadounidenses y fue criticado por Donald Trump, quien amenazó con aranceles.
Sin embargo, Bessent adoptó un tono conciliador, mencionando que China está abierta a discusiones. Además, la Unión Europea ha expresado preocupaciones sobre las nuevas reglas chinas y se ha declarado dispuesta a reaccionar de manera coordinada en el marco del G7.
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