La Alternativa para Alemania (AfD), un partido de extrema derecha en ascenso, ha sido acusada de espionaje a favor de Rusia y otros estados autoritarios. Georg Maier, el ministro del interior del estado de Turingia, expresó su preocupación de que los parlamentarios de AfD abusen del derecho parlamentario para investigar las infraestructuras críticas de Alemania, sugiriendo que sus preguntas podrían estar inspiradas por el Kremlin.
El diputado Konstantin von Notz subrayó que AfD colabora con estados autoritarios para debilitar la seguridad del país. En los últimos 12 meses, AfD ha planteado 47 preguntas relacionadas con la infraestructura crítica, y Maier notó un interés particular en las tecnologías de defensa. El portavoz de AfD, Ringo Mühlmann, rechazó las acusaciones, considerándolas absurdas y sosteniendo que el partido ejerce su responsabilidad de resaltar los problemas de infraestructura. El canciller Friedrich Merz declaró que AfD es su principal adversario en el contexto de las próximas elecciones.
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