Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística para el T3 2025 muestran una disminución del 0,2% del PIB en comparación con el trimestre anterior, pero un crecimiento anual del 1,4%. Flavius Jakubowicz, presidente de la Asociación de Analistas Financiero-Bancarios de Rumanía, subraya que Rumanía no está en recesión, pero la economía da señales de desaceleración, con riesgos internos como un alto déficit presupuestario y altos costos de financiamiento. Además, las revisiones del INS para el T2 2025 sugieren una desaceleración más abrupta de lo anticipado. Jakubowicz advierte que, aunque la disminución no representa un peligro inmediato, es una señal de alarma. Una gestión responsable de las políticas económicas es esencial para evitar una recesión en 2026. La consolidación presupuestaria debe centrarse en la eficiencia del gasto y la absorción de fondos europeos, y el sector privado debe priorizar la liquidez y la digitalización. En conclusión, Rumanía se encuentra en un punto de inflexión económico, y la dirección futura depende de las medidas adoptadas.
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