Octavian Berceanu ha llamado la atención sobre un negocio de soborno de un millón de euros que debería haber llegado al ministro de Defensa, Ionuț Moșteanu. Según su denuncia, el negocio habría sido coordinado por una estructura estatal de Kazajistán, que pretendía traer armamento soviético a Rumanía, pintarlo y venderlo a Ucrania. Berceanu subrayó que el grupo también buscaba corromper a algunos políticos para asegurarse protección.
Las grabaciones del expediente revelan conversaciones entre Berceanu y Marius Isăilă, exsenador del PSD, sobre grandes sumas de dinero y métodos de entrega del soborno sin dejar rastro. Isăilă ha sido arrestado y permanecerá en detención durante 30 días. El ministro Moșteanu ha declarado que no tolerará la corrupción y colaborará con la justicia para aclarar la situación.
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