Un joven de 24 años, estudiante en la Universidad Politécnica de Timișoara, fue salvado de un intento de suicidio en un puente peatonal cerrado al tráfico. El incidente ocurrió alrededor de las 8:00, cuando un transeúnte observó al joven con una vela en la mano, preparándose para lanzarse al río Bega.
Los policías locales, que estaban de patrulla, fueron alertados y se trasladaron rápidamente al lugar. Después de una conversación de aproximadamente una hora, el joven fue convencido de renunciar a su gesto y fue llevado a la sede de la Policía Local, donde se determinó que se sentía incomprendido y perdido en la vida. Posteriormente, fue transportado en ambulancia a la clínica de psiquiatría para una evaluación, y la familia fue informada sobre el incidente.