Flaviu-Emanuel Sima, exgerente interino del Hospital Municipal Rădăuți, ha firmado un acuerdo de reconocimiento de culpabilidad y ha sido condenado a tres años de prisión con suspensión por múltiples delitos de corrupción. Los fiscales de la DNA lo acusaron de haber recibido 12.000 euros para proporcionar los temas de un concurso de contratación y de haber exigido bienes y servicios por un valor de más de 5.500 lei para favorecer a una persona en la obtención de un puesto.
Además, Sima intervino junto a médicos para facilitar el diagnóstico y la hospitalización de los pacientes, recibiendo sumas de dinero y bienes de ellos. Junto con Sima, también fueron condenados Vlad-Vasile Luța, asistente médico, y su esposa, por complicidad y falsedad en declaraciones. Los tres reconocieron los hechos y acordaron realizar trabajos en beneficio de la comunidad.
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