Horea Tudor Vușcan, un empresario de Oradea, ha puesto un embargo sobre los activos de la sociedad que administra la Salina Turda, una de las atracciones turísticas más importantes de Transilvania. Esta acción fue determinada por una deuda de más de 9 millones de lei que el Ayuntamiento de Turda tenía que recuperar. Aunque la ejecución forzosa se inició en 2021, fue suspendida en 2022 y reanudada en 2024, con el Ayuntamiento impugnando ahora la ejecución.
Vușcan asumió las deudas del Ayuntamiento hacia una empresa de transporte, y el tribunal rechazó una solicitud de validación del embargo, estableciendo que los ingresos por dividendos no pueden ser embargados por los acreedores. El Ayuntamiento de Turda advierte que la pérdida del control sobre la Salina tendría un impacto devastador en la comunidad, afectando la economía local y el turismo, teniendo en cuenta que la Salina ha generado una cifra de negocios significativa y ha atraído a cientos de miles de turistas. La fecha del juicio está fijada para el 9 de diciembre de 2025.