
La organización Declic ha solicitado al Gobierno dirigido por Bolojan que coordine un plan de reconstrucción para la zona de Praid, gravemente afectada por inundaciones en mayo de 2025. Más de 40,000 habitantes se enfrentan a la falta de agua potable, recibiendo agua con cisterna o en bidones, sin un horizonte claro para la solución del problema. Declic acusa a las autoridades de eludir la responsabilidad y de no tener un plan concreto para los ciudadanos.
La inundación ha llevado a la pérdida de empleos y ha afectado al turismo, y la comunidad ha recogido más de 10,000 firmas para la campaña 'SOS Praid!'. Además, el presidente de UDMR, Kelemen Hunor, ha criticado la falta de responsabilidad de las autoridades, subrayando que nadie ha dimitido tras la catástrofe. Las inundaciones han comprometido los stocks de sal y han llevado a la evacuación de decenas de casas, y la salinidad del agua del río Târnava Mică ha aumentado, afectando el suministro de agua potable en varias localidades.
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