Carlyle, un grupo estadounidense de capital privado, está analizando la posibilidad de adquirir los activos internacionales de Lukoil, según fuentes de Reuters. La compañía está considerando presentar una solicitud de licencia a las autoridades de EE. UU. para poder negociar, pero aún no ha realizado la debida diligencia y no ha tomado una decisión final. Lukoil anunció recientemente que tiene la intención de vender estos activos, valorados en aproximadamente 22 mil millones de dólares, debido a las sanciones impuestas por EE. UU. que han paralizado las operaciones.
Las negociaciones iniciales con el comerciante suizo Gunvor terminaron después de que este fue etiquetado como 'marioneta del Kremlin'. Los activos incluyen campos petroleros y de gas en Irak, Asia Central y México, redes de estaciones de servicio y refinerías en Bulgaria y Rumanía, incluida la refinería Petrotel. Además, Carlyle ya tiene una exposición en Rumanía a través de Black Sea Oil & Gas. Las sanciones han llevado a la suspensión de las entregas de los campos petroleros, y las autoridades de Bulgaria han comenzado un proceso de nacionalización de la refinería de Burgas.
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