Los investigadores han identificado una laguna en el sistema de descubrimiento de contactos, que permitía verificar el número de teléfono de cualquiera, sin límites. Este problema fue señalado por primera vez en 2017, pero Meta no implementó una solución. Un equipo de la Universidad de Viena demostró que la vulnerabilidad aún estaba activa, logrando recopilar 30 millones de números de EE. UU. en solo 30 minutos. Aunque Meta implementó posteriormente límites de tasa para prevenir tales ataques, los investigadores aseguraron que los datos fueron borrados de manera responsable.
Meta reconoció la colaboración y afirmó que no había evidencia de que actores malintencionados aprovecharan esta vulnerabilidad, subrayando que los mensajes de los usuarios permanecen protegidos por cifrado de extremo a extremo.