Radu Marinescu, el ministro de Justicia, afirmó que no ha tenido discusiones con la presidenta de la Corte Suprema, Lia Savonea, respecto a las revelaciones de Recorder sobre la corrupción en el sistema judicial. Subrayó que la dimisión es un acto personal y envió un mensaje al sistema judicial para que haga orden y verifique las acusaciones. En el contexto de las protestas públicas, Marinescu pidió acciones profesionales y racionales, subrayando que cualquier desviación de las normas legales debe ser sancionada.
Insistió en la importancia de presentar pruebas concretas en los casos de corrupción y pidió a las Fiscalías que actúen de manera decisiva. También mencionó que la Inspección Judicial ha iniciado verificaciones a raíz del documental de Recorder, que destacó problemas sistémicos en la justicia. Jueces y fiscales han respaldado públicamente las acusaciones, subrayando la gravedad de la situación en el sistema judicial rumano.
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