El Ministro de Defensa, Ionuț Moșteanu, declaró que la reconfiguración de las tropas estadounidenses en Europa no implica una retirada, sino la suspensión de la rotación de una brigada que operaba en varios estados de la OTAN, incluyendo Rumanía. Aproximadamente 1000 soldados estadounidenses permanecerán en Rumanía, contribuyendo a la seguridad regional. Las capacidades estratégicas en Rumanía, incluyendo el sistema de defensa antimisiles en Deveselu y la base aérea en Câmpia Turzii, permanecen sin cambios.
Moșteanu subrayó el desarrollo de la cooperación con EE. UU., mencionando la reciente transferencia de tecnología militar avanzada. Reafirmó que el Ejército Rumano es la principal fuerza de defensa del país y destacó la importancia de las inversiones en equipos y en personal militar.
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