El presidente Nicușor Dan declaró que la presencia de tropas estadounidenses en Rumanía volverá al nivel anterior a la guerra en Ucrania, mediante la reconfiguración de la fuerza rotacional. Subrayó que la seguridad de Rumanía y del flanco oriental de la OTAN no se verá afectada, y que la asociación estratégica con EE. UU. se mantiene estable. La infraestructura estratégica desarrollada en Deveselu, Câmpia Turzii y Kogălniceanu seguirá operativa, y las tropas estadounidenses continuarán presentes en estas bases.
El ministro de Defensa, Ionuț Moșteanu, confirmó que los efectivos estadounidenses en Deveselu y Câmpia Turzii permanecen sin cambios, pero en la Base Mihail Kogălniceanu habrá una modificación, con la ausencia de la brigada rotacional. Moșteanu expresó su pesar por esta reconfiguración, mencionando que se enteró recientemente de la decisión.
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