Diez años después de la tragedia en el Club Colectiv, el primer ministro Ilie Bolojan declaró que las modificaciones legislativas implementadas para la seguridad contra incendios y las intervenciones médicas son insuficientes. Subrayó que la reacción de las instituciones es esencial para proteger la vida de los ciudadanos, una realidad reconfirmada por los recientes eventos trágicos en Rahova. Bolojan expresó compasión por las víctimas de Colectiv y subrayó que este incidente debe ser un símbolo de responsabilidad y solidaridad en la sociedad.
Él enfatizó la importancia de leyes justas y del respeto a las mismas, mencionando que es necesaria un cambio en la forma en que el estado interactúa con los ciudadanos. El primer ministro subrayó que recuperar la confianza entre el estado y la sociedad es vital, implicando a la sociedad civil y responsabilizando a la clase política. Bolojan alentó un enfoque activo y responsable frente a los problemas reales, para evitar los errores del pasado y consolidar el respeto por la ley.
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