 
            Adina Apostol, sobreviviente de la tragedia de Colectiv, declaró que en los últimos 10 años no ha cambiado nada en Rumanía, acusando a los políticos de haber priorizado intereses personales en detrimento de las medidas necesarias para apoyar a los pacientes quemados graves. Ella afirma que el país se encuentra en una "coma" administrativa, con la dirección viviendo en una burbuja de confort, ignorando los graves problemas del sistema médico. Apostol subraya que, en lugar de invertir en hospitales para los grandes quemados, el dinero se dirige hacia pensiones especiales y otras "prioridades" no urgentes. El presidente Nicușor Dan agregó que Rumanía no dispone de centros funcionales para grandes quemados, y las promesas asumidas después de Colectiv han quedado incumplidas. Las organizaciones cívicas están organizando una marcha para conmemorar diez años de la tragedia, exigiendo justicia para las víctimas y responsabilidad para los responsables. Su mensaje subraya que, aunque se han hecho algunos avances legislativos, la realidad en los hospitales sigue siendo alarmante, con carencias agudas y problemas no resueltos.
 
                             
                             
             
             
             
             
             
    