Las protestas antigubernamentales en Serbia se han recrudecido, con enfrentamientos entre manifestantes y la policía después de que se produjeran incendios en la sede del Partido Progresista Serbio.

En Serbia, la quinta noche de enfrentamientos entre manifestantes antigubernamentales y la policía se saldó con el uso de granadas de aturdimiento y gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad. Las protestas, desencadenadas por el derrumbe de una estación de ferrocarril, derivaron en demandas de elecciones anticipadas y denuncias de corrupción. El Ministerio del Interior negó las acusaciones de brutalidad, mientras que Rusia declaró su apoyo al presidente pro-Moscú Aleksandar Vučić. Las protestas atrajeron a cientos de miles de participantes, pero se vieron empañadas por la violencia, con heridos y acusaciones de abusos policiales.