Las elecciones, inicialmente programadas para 2027, se llevarán a cabo antes del final del mandato del gobierno. Vučić subrayó que la decisión final será tomada por las instituciones competentes, señalando el comienzo de una nueva campaña electoral. Las protestas fueron desencadenadas por la tragedia de Novi Sad, donde el colapso de la cubierta de una estación llevó a la muerte de 16 personas, y los manifestantes acusan a las autoridades de negligencia y corrupción. En los últimos días, Vučić ha adoptado un tono conciliador, pidiendo disculpas públicas por su retórica anterior y describiendo la tragedia como un momento de unidad nacional. Los analistas consideran que el aplazamiento de las elecciones refleja el intento de Vučić de reducir la presión social y mejorar las relaciones con la oposición, en el contexto de las discusiones con la Unión Europea.
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