En Dublín, 23 personas han sido arrestadas tras enfrentamientos violentos con la policía, en la tercera noche consecutiva de protestas anti-inmigración. Cientos de manifestantes se reunieron junto a un hotel que alberga solicitantes de asilo, ondeando banderas irlandesas y gritando consignas contra la inmigración, tras una supuesta agresión sexual a una niña de 10 años.
La policía intervino después de que dos agentes resultaran heridos, uno de ellos golpeado con una botella. El ministro de justicia declaró que la policía continuará reaccionando con firmeza ante la violencia, y que los arrestados serán tratados severamente por el sistema de justicia. Durante las protestas, se registraron actos de vandalismo, y un vehículo de policía fue incendiado. El primer ministro condenó las violencias y subrayó que no hay justificación para los ataques contra las fuerzas del orden.
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