El presidente Nicușor Dan reveló que rechazó en 1999 la oferta del ex presidente Emil Constantinescu para convertirse en secretario de estado para los rumanos en la diáspora, deseando permanecer en el campo de las matemáticas. Sin embargo, considera que es esencial desarrollar un proyecto especial para la diáspora, que incluya un mapa en tiempo real de los rumanos en el extranjero, destacando las características de cada comunidad.
Dan subraya la importancia de realizar estudios sociológicos complejos para entender mejor las necesidades de esta comunidad, argumentando que los rumanos en la diáspora representan una valiosa oportunidad para Rumanía, teniendo un rendimiento en un entorno internacional competitivo. Además, mencionó que es necesario aumentar el número de consulados para ofrecer asistencia real a los rumanos en la diáspora.
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