30 junio 18:47
     
            
                                    Internacional
                            
            
        Foto: Shutterstock
    
                    La marcha del Orgullo en Budapest, a la que asistieron casi 200.000 personas, fue declarada una "vergüenza" por el Primer Ministro, Viktor Orban, que reaccionó a la prohibición policial. El acto fue organizado por el alcalde ecologista Gergely Karácsony y se celebró a pesar de una reciente ley que permite prohibir actos públicos que afecten al desarrollo de los menores. El gobierno acusó a la oposición de infringir la ley y la policía amenazó a los participantes con multas y sanciones legales.
            
        
        
                     
                             
                             
             
             
             
             
             
             
             
    