El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha declarado que Rusia no tiene la intención de entrar en guerra con Europa, pero reaccionará firmemente si los contingentes militares europeos son desplegados en Ucrania. Lavrov subrayó que cualquier acción hostil, incluida la expropiación de activos rusos, recibirá una respuesta por parte de Rusia, que ya está preparada para tales escenarios. Criticó la posición "destructiva" de Londres, la Comisión Europea y la mayoría de los estados miembros de la OTAN y la UE, que continúan invirtiendo en el conflicto en Ucrania, ignorando las realidades geopolíticas. En contraste, los líderes de Gran Bretaña, España, Italia, Polonia, Francia, Alemania y la Unión Europea han reafirmado su compromiso de ofrecer garantías de seguridad a Ucrania, incluida la exploración de la creación de una coalición militar para apoyar a las fuerzas ucranianas.
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