El gobierno británico ha rechazado la solicitud de la Comisión Europea de asignar 6,75 mil millones de euros para el fondo de defensa SAFE, lo que podría afectar las relaciones post-Brexit y los esfuerzos de la Unión Europea para contrarrestar la agresión de Rusia. La Comisión solicitó un impuesto entre 4 y 6,5 mil millones de euros, más una tasa administrativa de 150-250 millones de euros por la participación del Reino Unido en el programa. El gobierno británico ha declarado que no aceptará términos que no ofrezcan valor al Reino Unido.
Aunque el programa está destinado principalmente a empresas de defensa de los estados miembros de la UE, también se han llevado a cabo discusiones con países fuera del bloque, incluida Gran Bretaña. Las negociaciones continúan, y las divergencias de opinión entre los estados miembros de la UE complican la situación. Las próximas semanas son cruciales para superar el estancamiento, teniendo en cuenta el plazo del 30 de noviembre para las propuestas de financiación. El programa SAFE tiene como objetivo desarrollar capacidades de defensa esenciales para Europa, incluidas drones y defensa cibernética.