
En su primera declaración pública tras recibir el informe de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, el ministro británico de Finanzas, Reeves, confirmó que está analizando opciones fiscales y de gasto para abordar los desafíos económicos. Se estima que tendrá que encontrar hasta 30 mil millones de libras esterlinas para equilibrar el presupuesto, debido a factores como los cambios en las políticas energéticas y sociales. Reeves subrayó que la austeridad, el Brexit y el impacto del mini-presupuesto de Liz Truss han afectado gravemente a la economía del Reino Unido, que se espera que crezca un 1,3% en los próximos dos años, según el Fondo Monetario Internacional. Reeves mencionó que no evitará los desafíos y que relajar las reglas fiscales no es una opción. También destacó el compromiso de estimular el crecimiento económico, mencionando que el Reino Unido tuvo el crecimiento más fuerte del G7 en la primera mitad del año. A pesar de los esfuerzos por mitigar los efectos negativos del Brexit a través de acuerdos comerciales con la UE, Reeves reconoció el impacto severo y duradero de este sobre la economía.
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