En lugar de dirigirse al lugar del incidente, el sargento de policía Kevin Bollaro condujo en dirección opuesta, deteniéndose en un cajero automático y luego en una pizzería, donde pasó casi dos horas. Los fiscales sostienen que falsificó un informe, afirmando que investigó la zona, mientras que los datos GPS muestran que no visitó los lugares mencionados. Al día siguiente, dos víctimas, Lauren Semanchik y Tyler Webb, fueron encontradas asesinadas, y el sospechoso, el teniente Ricardo Santos, se suicidó posteriormente.
Bollaro ha sido acusado de abuso en el servicio y falsificación de documentos oficiales. Su abogado declaró que las acusaciones son desafortunadas, y las familias de las víctimas consideran su comportamiento escandaloso. Bollaro se presentará ante el tribunal el 5 de noviembre.
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