En la Conferencia de Seguridad de Berlín, Ingo Gerhartz, jefe del Comando de las Fuerzas Unidas de la OTAN en Brunssum, declaró que, aunque los países occidentales no están en guerra, la amenaza rusa ha socavado la paz. Destacó la necesidad no solo de tener un ejército fuerte, sino también una sociedad resiliente. Gerhartz mencionó que Rusia observa la burocracia en Europa y utiliza tácticas para crear discordia entre los aliados de la OTAN.
El general subrayó que la Alianza debe estar preparada para ataques a gran escala y enfatizó la importancia de la tecnología en la guerra, que evoluciona rápidamente. Señaló que Occidente debe actuar ahora para desarrollar capacidades de disuasión, advirtiendo que la defensa colectiva debería ser el plan B, y que un disuasor fiable debe ser la prioridad.