Bruselas, 2 de diciembre de 2025 - En una entrevista concedida al periódico danés Børsen, el ex presidente del Comité Militar de la OTAN, el almirante holandés Rob Bauer, advierte que Europa corre el riesgo de enfrentarse en los próximos años a un escenario de seguridad extremadamente grave, en el que Rusia y China podrían lanzar acciones militares simultáneas, ejerciendo presión sin precedentes sobre los Estados Unidos y los aliados europeos.
En resumen
El ex presidente del Comité Militar de la OTAN advierte sobre el riesgo de una ofensiva simultánea Rusia-Europa y China-Taiwán.
Europa debe transformar su economía y sociedad a un ritmo acelerado para convertirse en un factor real de disuasión.
Bauer dice que Rusia no tiene interés en detener la guerra, y que Estados Unidos sigue siendo esencial para la seguridad de Europa.
Bauer afirma que un posible ataque chino a Taiwán podría ser acompañado de un conflicto mayor iniciado por Rusia en Europa, con el fin de dispersar la atención militar de los Estados Unidos. En su visión, este escenario - considerado por él "el mayor motivo de preocupación de la OTAN en este momento" - podría conducir a un conflicto de gran escala global si no se contrarresta mediante un rápido aumento de las capacidades de disuasión europeas. Según él, la coordinación militar entre Pekín y Moscú es posible y tendría lógica estratégica para ambos regímenes.
El ex funcionario de la OTAN considera que Rusia no muestra ningún interés real en poner fin a la guerra en Ucrania y que las presiones internas sobre el régimen de Putin son improbables. Señala que Moscú ha pasado a una economía de guerra, no ha logrado los objetivos estratégicos, y el apoyo de China, Irán y Corea del Norte mantiene la capacidad militar rusa a largo plazo. Bauer advierte que independientemente de cómo termine el conflicto, la confrontación entre Rusia y las democracias occidentales continuará.
Ante este contexto, Bauer sostiene que Europa debe adoptar un "modelo de movilización social" similar al de Ucrania, argumentando que las actuales normas sociales y culturales europeas no están adaptadas a un escenario de crisis severa. Compara el programa de trabajo de 12 horas de los empleados de la industria de defensa ucraniana con el programa habitual de 40 horas en los estados de Europa occidental, subrayando que la transformación industrial no puede tener lugar sin un cambio importante en la mentalidad y la disponibilidad.
Solicita a los inversores institucionales y al sector financiero que se involucren en la expansión de la producción europea de armamento, afirmando que la orientación exclusiva hacia ganancias rápidas ignora los riesgos estructurales para la economía europea en caso de una expansión de la guerra. Bauer también critica la dependencia de los principios de eficiencia "just in time", argumentando que el ritmo de producción de Rusia ya es superior y que Europa debe pasar a un modelo de producción industrial acelerada para defensa.
El ex funcionario de la OTAN se ha declarado preocupado por un reciente proyecto de plan de paz que ofrecería concesiones significativas a Moscú, considerando que sería "inaceptable". Al mismo tiempo, Bauer afirma que confía en los compromisos de los Estados Unidos hacia la OTAN, incluyendo la aplicación del artículo 5, y rechaza la idea de que la alianza se vería debilitada. Considera que el debate público sobre la retirada o debilitamiento de los compromisos estadounidenses socava la unidad transatlántica y sirve indirectamente a los intereses de Moscú.
En la discusión sobre la autonomía estratégica europea, Bauer advirtió que un escenario de "independencia de Estados Unidos" requeriría gastos de defensa del 5-10% del PIB, para poder reemplazar las capacidades militares, logísticas, nucleares y de información de los Estados Unidos en Europa. En su opinión, la incapacidad de Europa para reproducir estas capacidades en un corto período de tiempo hace que la idea de desconectarse de Washington sea "fundamentalmente peligrosa".
Bauer concluye con una advertencia general: cuanto más rápido se prepare Europa para el escenario de un conflicto mayor, menos probable será que se materialice. "Si no hacemos nada, perderemos", dice, subrayando que el tiempo que queda para fortalecer la defensa europea "se acorta constantemente".